viernes, 27 de diciembre de 2013

Ciclogénesis

El día de mi cumpleaños amaneció con temporal. Yo pretendía levantarme tarde pero a las ocho parecía que se acababa el mundo. La calle se inundó y tuve que vigilar para que no me entrara agua en la casa. El patio era una desolación: ramas, hojas, la mesa volcada y ni rastro del mirlo que viene cada mañana a desayunar bichitos.

Luego se fueron levantando todos (éramos siete en casa) y hubo más desayunos, charlas, carreras de los niños. Dejó de llover y no entró el agua en casa. Encendí el árbol. Hubo regalos. Hubo ropa amontonada y pintalabios, planchas para el pelo y muchas risas.

Hubo felicitaciones, muchas. Hubo tarta de cumpleaños y olvidé pedir un deseo antes de apagar las velas.

2 comentarios:

Maria dijo...

Muchas risas..., así da gusto.
Felicidades por el cumple y Feliz Año Nuevo, Mar!!
Un abrazo.

Mar dijo...

Sí que da gusto. Gracias, ohma y Feliz Año con muchas risas!!!

Besos.