El día de mi cumpleaños amaneció con temporal. Yo pretendía levantarme tarde pero a las ocho parecía que se acababa el mundo. La calle se inundó y tuve que vigilar para que no me entrara agua en la casa. El patio era una desolación: ramas, hojas, la mesa volcada y ni rastro del mirlo que viene cada mañana a desayunar bichitos.
Luego se fueron levantando todos (éramos siete en casa) y hubo más desayunos, charlas, carreras de los niños. Dejó de llover y no entró el agua en casa. Encendí el árbol. Hubo regalos. Hubo ropa amontonada y pintalabios, planchas para el pelo y muchas risas.
Hubo felicitaciones, muchas. Hubo tarta de cumpleaños y olvidé pedir un deseo antes de apagar las velas.
2 comentarios:
Muchas risas..., así da gusto.
Felicidades por el cumple y Feliz Año Nuevo, Mar!!
Un abrazo.
Sí que da gusto. Gracias, ohma y Feliz Año con muchas risas!!!
Besos.
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