miércoles, 28 de febrero de 2018

Swinger antisocial

Lei Código swinger y se me quitaron las ganas del rollo. Mis vivencias swinger, antes de leer este libro, se han limitado a dos clubes y poca chicha. El primer club era fantabuloso. Un hotel rodeado de sierras, jardines, piscina sobre un barranco, un sitio idílico. Mantenerlo costaba una pasta y no estuvo mucho tiempo abierto. El otro club también  cerró. Yo tengo mi teoría sobre el cierre que no expondré aquí. Es una teoría conspirativa y explicarla me da vergüenza. Era un chalet en zona periurbana en la típica urbanización de chalets, muy discreto. Entrabas por la puerta y parecía que ibas a visitar a unos amigos adinerados.

En el hotel swinger me bañé desnuda en la piscina y poco más. En la fiesta llevé unos tacones que no me he vuelto a poner. Con ellos caminaba como un pato. Eran absurdos. Me costó muchísimo charlar con las parejas. No conocía a nadie y no encontraba ni temas ni bromas ni mierdas que compartir. Estaba perfumada, maquillada, ceñida y taconeada y yo lo que quería era meterme en una de las camas gigantes y jugar pero los cuartos de las camas estuvieron horas vacíos y en el jardín la gente bebía, fumaba y socializaba que te cagas. Yo, a las cuatro de la madrugada estaba hasta el coño de fumar, beber y socializar.

En el chalet swinger se celebró una fiesta con dress code blanco. Me costó la misma vida encontrar un vestido blanco que me gustara y que me diera seguridad. Aquella fiesta si que fue un descoque y por fin me pude quitar el recuerdo de la fiesta  rollazo anterior. A una hora prudencial, las dos de la madrugada, ya había folleteo en casi cualquier sitio. La piscina, el jacuzzi y las camas gigantes, por fin, joder. No socialicé  gran cosa, aunque me reí con una chavala a cuenta de un cateto que cogía culos sin pedir permiso. Se notaba que estaba en mi tierra y había cachondeito (y catetos). A mi el sexo me gusta si hay cachondeito y lo trascendente me la suda.

Lo malo del libro Código swinger es que está escrito en plan broma pero sin gracia y sin cachondeito. A mi me ha quitado, por el momento, las ganas de ir a más clubes. El libro te da consejos y a la vez te cuenta la historia de una pareja que es muy estúpida y muy malage. Yo entiendo que el autor tiene la buena intención de abrir los ojos a los novatos como yo, que conozcamos la teoría del mundillo y no nos hagamos grandes ilusiones. Yo, con mis dos aventurillas, ya tengo muy claro el pie del que cojeo y este libro ya me lo ha confirmado: hay que ser sociable, hay que gastar tiempo y energía en conocer y entablar amistades y jijijaja y yo tengo ahora mismo una pereza social muy alta.

Yo, la verdad, lo que haría con gusto es meterme en un club a follar y lo que se tercie, directamente y sin hacer amistades, lo cual no es, al parecer, muy del código. Pero cualquiera lo va publicando. Ya tengo mi fama de bruta y no es plan de hundirme más.





4 comentarios:

Maman Bohème dijo...

Iba a poner unos jajaja! pero no sé si reírme o no con tu entrada...te he visto y me he visto a mi misma una noche donde me apunté a una fiesta BDSM. Dress code negro y un club que parecía tope, tope...Creo que yo iba de infarto con mi falda tubo negra, mis taconazos y un collar circular rígido para la ocasión...Mucho protocolo, te pedían el código de internet y bla bla bla...y ya en la fila un montón de peña vestidos como si fueran al videoclub. Hasta con zapatillas deportivas. Ahí ya vi el rollo chungo. Pero yo como una nena esperando algo espectacular...Mucho tío solo, mirón. Algunas parejas,muy jóvenes todos y muy inexpertos. Una cruz...unas salas pequeñas que daban risa. Me quedó la sensación de...¿eso es todo? Y yo que tampoco sé sociabilizar en momentos así y no me gusta beber...pues creo que estuve una hora y poco más. Lo bueno, una exhibición de Shibari que me encantó.
Por lo demás, creo que no sé si volveré algún lugar de éstos. Aunque estoy convencida que hay buenos lugares. Seguro. Como lugares swingers que te flipas. Pero...¿dónde encontrarlos? No sé.
Me vi refleja...grrrrrr
Besos

Mar dijo...

Sí, seguro que hay locales estupendos. En Madrid, Barcelona... Cap d´Adge, que es un sitio como mítico. Problema: ni tiempo ni pasta.

Un besazo y gracias por visitarme!

Darth Vincent dijo...

Hola Mar! Te "pillé", jajaja! Llegué al final de tu blog, 10 años de tu vida en apenas una semana...qué vértigo, verte crecer! He ido dejando miguitas por el camino qué no sé si leerás (no muchas, por no ser cansino, jeje). En todo caso, un placer leerte.
P.D.: Yo también he tenido mi escarceo con el mundo liberal y, sí..hay que socializar mucho, mucho...entiendo que es un colectivo que tiende a proteger su intimidad y, primero, tienes qué enseñar la patita por debajo de la puerta, pero, a veces, es masié, jajaja.
A la espera de tu siguiente "dosis" aquí te espero. Un abrazo achuchao.

Mar dijo...

Hola Darth! Ya leí todas las miguitas que has ido dejando y te las agradezco muchísimo. Y que hayas dedicado tan poquito tiempo para leerme, jo, es muy halagador.

Mola tu nick. Yo es que es leer Darth y escucho el popopopopopopommmm de la entrada de Vader en escena.... (aunque no se si tu nick obedece a tan insigne personaje)