jueves, 7 de abril de 2016

En abril

En abril del año pasado yo andaba de subidón, Parece que por estas fechas se me disparan las hormonas, se me mezclan con la euforia primaveral. Lo se porque acabo de borrar lo que tenía escrito en abril del año pasado y guardaba el borrador de este blog. No lo publiqué por culpa de una redacción horrorosa. Contaba que estaba dicharachera y muy sociable. Supongo que exactamente como anteayer, que me subía de optimismo por las paredes.

Temo los días así, tan cauta y reservada como soy, porque tiendo a la metedura de pata. Me salen un par de chorradillas bien, supero mi timidez, alardeo de simpatía y frivolidad y me creo la reina del mambo. Me embalo, las emociones se me desenfrenan, se me van de las manos la ingenuidad y mi fe en la bondad del género humano. Me lío, vamos. Yo supongo que el subidón de adrenalina de ciertos días de abril y mayo lo vivo con mayor vehemencia por el contraste con el feo invierno. Feísimo de gris y tacaño.

Y anoche, anoche tuve un sueño tan preciso y precioso...

2 comentarios:

Maman Bohème dijo...

Dicen que la primavera la sangre altera...no sé qué decirte, yo tengo de esos días que tú describes a la perfección y aquí estamos empezando el otoño...
Un día te levantas con un ánimo brutal lleno de ganas. Y crees que todo saldrá bien y que la gente...siempre será buena gente. La timidez se queda en el bolsillo y todo parece posible...Otros días parece que te agarre un mal rollo agorafobia y te quedarías tirada dentro de tu madriguera porque el mundo parece hostil. Bueno...eso es lo que me pasa a mi...

Hay días para todo, a pesar de que unos se juntan con los otros. Pero es cierto que el sol y el buen tiempo te preparan para un optimismo más relajante.
Pues a por ello ¿no?
Y lo demás tonterías!

Besososssss

Mar dijo...

Es también hay días de otoño muy pletóricos, como tu abril ahora. Disfrútalo. Un besazo.