domingo, 6 de octubre de 2013

Películas y bloqueos

Ayer vi una película porque prometía comedia y romance, esa mezcla inefable que hay noches que no aguanto y noches que si. Hay noches que el cuerpo me pide sangre, balazos y persecuciones; noches en que me pide comedia soez y con muchos "fuck you", noches (pocas) en que me pide pelis serias que la gente seria considera imprescindibles, noches en que el cuerpo me pide volver a ver pelis vistas mil veces. Ya llevaba tiempo sin necesitar pelis de romance simpático e inocuo y me puse a ver Un invierno en la playa.

Yo me pongo tontísima con pelis así, donde la peña acaba propinándose unos abrazos fraternales y paternales que yo creo nunca daría (en el sur somos más contenidos de lo que se tiende a creer). Las lagrimillas se me saltaron dos o tres veces (e intentaba contenerlas) y me fui a la cama contenta y saltarina (yo soy así de simple).

En la peli hay una familia de escritores y nombran varias veces a Stephen King. Como ya digo que soy una simple y una influenciable, anoche me dormí dándole vueltas a infinidad de temas para escribir sin poder redondear ninguno. (También me dormí pensando añadir a la lista de libros de otoño unos cuantos de Stephen King). Esta mañana yo seguía con la misma cantinela: escribir - qué escribo - sobre qué escribo - por qué coño no escribo. Les juro que medité sobre siete u ocho posibles motivos por los que no escribo y ninguno me pareció suficientemente válido. Podría escribir siete u ocho aburridos posts sobre mi bloqueo escritor dándole vueltas  en cada uno a cada una de las aburridas razones que puedo encontrar para no escribir.

Luego, ahora, como ya no me podía aguantar más (he intentado aguantarme descargándome fotos de la cámara al pc y de ahí al pendrive para ir el miércoles a sacarlas en papel), digo, que como no me podía aguantar más las ganas de escribir ALGO he hecho lo que mejor se hacer que es marear la perdiz. Supongo que mis siete u ocho aburridas razones para no escribir pueden resumirse en dos (incluso ajustarse a una): no quiero hacerlo porque no quiero llegar al quid (se escribe QUID, señores) de la cuestión.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes que me encanta como escribes y siempre me da gusto leerte, pero la razón que has esgrimido -no querer llegar al nudo de la cuestión- me parece más que válida.
Un beso grande

Anónimo dijo...

Hola guapa,
aunque no ando mucho por aquí últimamente, no he dejado de leerte a los ratos. No he comentado nada porque no me salía nada que decir :(
pero independientemente de eso, comparto opinión con Rick. Me encanta como escribes y cada uno es muy libre de llegar o no llegar al quid de la cuestión.
Abrazo estrujador; Mar

Mar dijo...

Gracias, Rick. Vçalida es porque yo la hago válida, pero también es una razón, ñesta que doy, bastante cutre no? Un besazo.

Sara, tú sabes que yo hago lo mismo, que te leo y leo a muchos blogueros (como a Rick) y no comento nada porque no se qué decir. Prefiero leer sin decir nada a escribir un comentario tonto. Un abrazo muy fuerte.