En primavera las bestezuelas copulan, es su hora. Celebran el sol y lo felicísimas que están de vivir. La cópula de las bestezuelas es simple y no tiene monerías. Van al lío.
Hay mucha literatura prescindible en el acto de copular. Mucha velita y mucha lencería fina. Y ahora, en primavera, yo prescindiría de todo ello y me iría a lo que importa, que es encajarme tu polla en el vientre y no pensar en nada más.
No me pidas que hable, las bestezuelas suelen limitarse a gruñir y es lo que haré. Quizás te parezca limitada, pero no puedo dar más: sólo quiero que me metas buenos polvos y dejarte seco. Es la avaricia seminal de las hembras en primavera.
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